Para el desarrollo sucesivo de la investigación, el evaluador deberá tener en cuenta la ausencia específica de un escritor, para no caer en el error de encasillar el tema de la mujer en un ejercicio literal determinado; de igual manera hare referencia a Hegel en algún escrito que hizo acerca de cierta obra que nos concierne en esta ocasión.

 

Hare un recorrido desde las representaciones del Quattrocento, el “siglo de las innovaciones”, pasando por la idea de que el hombre era la figura mas perfecta que dios creo., en el sentido que su enorme ego le hizo tomar por verdad que en el momento de la creación algún poder majestuoso le concedió el dominio sobre todo lo demás, con lo cual iniciaría la destrucción de la tierra y la tiranía del hombre una de las características mas sobresaliente de esta periodo, es el interés del cristianismo que disponía del poder en la multitud, la mayoría; una manera fácil de hacer llegar a los fieles un mensaje claro y duradero; omisión frente a lo divino.

Este tipo de pintura se conocerá como Sacra, debido a que plasma pasajes bíblicos, con el fin de crear dogmas, maneras de actuar frente al mundo, pero supuestamente desde una posición más acorde a los mandamientos, estas representaciones pretenden incitarnos al no pecar, al arrepentimiento, a la confesión.

 

 

De igual manera veremos como ya en el siglo XVI, el ideal gestado en el Quattrocento inicia una etapa prolífica con un fuerte mensaje religioso de omisión y evangelización; En Europa, tras el “descubrimiento de América”, el surgimiento de nuevas reformas protestantes que amenazaban con el poder del Cristianismo, la pintura se pone al servicio de la contrarreforma y el concilio ecuménico surgido a partir de 1545 y que se postergara por al menos cien años; que buscaba un beneficio Egocentrista Católico por no perder el poder. De esta manera veremos a pintores tales como Stefan Lachner.

 

Al llegar al siglo XVII asistimos al llamado “siglo de la física” que se caracteriza por sus aportaciones a la geometría y  matemática. Es el punto de disolución entre la Edad Media, que es gobernada por la iglesia; ahora se da inicio a un tipo de mentalidad abierta a cosas nuevas y diferentes. Ahora ya no se quiere seguir en la oscuridad de los conceptos éticos de la fe. Nace entonces la pintura costumbrista o de Género por un interés en retratar a personas normales en escenas cotidianas que se vuelven un fiel redactor de su contexto histórico.

 

El siglo XVIII es un siglo agitado por los cambios sociales, acontecimientos tales como la invención de la máquina a vapor, la revolución industrial o la revolución Francesa. Es más conocido como el siglo de las luces que pretenden disipar las tinieblas de la humanidad. El término tinieblas en este orden alude a la superstición de la Fe. Las estructuras sociales como el feudalismo y el vasallaje fracasan; ahora la razón permanece despierta. Todo esto como una respuesta al surgimiento de la ilustración. La iglesia se debilita, y la población separa a la Iglesia del estado; se proclaman la igualdad de derecho para el hombre, y surgen los primeros movimientos feministas.

Cuando la fe, se separa de la razón es posible se da el surgimiento de una pintura interesada en el erotismo de lo cotidiano y lo común en la mayoría de seres humanos sin necesidad de aludir al pecado y la condena en el infierno (en términos respectivos)

 

 

 

 PINTURA SACRA:  “El Arte Sacro es una denominación utilizada para todas aquellas producciones artísticas que tienen como fin un culto a lo sagrado o divino. Durante el trayecto de los siglos el cual se reconoce la fe, encontramos que el Arte Sacro intenta determinar cada pasaje y aspectos divinos por medio de pinturas, esculturas y mosaicos”

 

 

 

 

 PINTURA CONSTUMBRITA: “La escena de género es un tipo de obra artística, principalmente pictórica, en la que se representa a personas normales en escenas cotidianas, de la calle o de la vida privada, contemporáneas al autor. Lo que distingue a la escena de género es que representa escenas de la vida diaria, como los mercados, interiores, fiestas, tabernas y calles. Tales representaciones pueden ser realistas, imaginarias o embellecidas por el artista.”

 

 

 

 CONCLUSIONES GENERALES:

En torno al desarrollo de la pintura durante el siglo s.XV con su oscurantismo que disfraza a la mujer de pecado u obediencia, en una estrategia para difundir un dogma global y apaciguar a la mujer, pasamos al s.XVI, la imagen de la mujer empieza a sufrir una serie de transformaciones acompañadas de cambios sociales y culturales, como pasar de la representación divina de la virgen, a la representación costumbrista y cotidiana; desde lo más oscuro, hasta lo más luminoso, también se inicia el plan católico para recuperar fieles. El siglo s.XVII  es la apertura a la ilustración y el reconocimiento del rol femenino como un rol puramente funcional, habitual y laboral, el s. XVIII lo podríamos interpretar como respuesta al pleno uso de la razón ilustrada, con una característica particular, la pasividad de la mujer, aún se le muestra como un ser encerrado encargado de cumplir con labores domésticas y familiares; sexo de compromiso tal vez, como en el cerrojo. Y al fin el  XIX es  siglo de la modernidad. Allí la imagen de la mujer se convierte acción y conciencia, progresa la edificación de la educación como un derecho, también es rescatable la incidencia erótica; como resultado de una transgresión natural y necesaria.